Cantar de los Cantares 8:5-14
recostada sobre su amado?
debajo de un manzano te desperté;
allí tuvo tu madre dolores,
allí tuvo dolores la que te dio a luz.
8:6 Ponme como un sello sobre tu corazón, como una marca sobre tu brazo;
porque fuerte es como la muerte el amor;
duros como el Seol los celos;
sus brasas, brasas de fuego, fuerte llama.
8:7 Las muchas aguas no podrán apagar el amor,
ni lo ahogarán los ríos.
Si diese el hombre todos los bienes de su casa por este amor,
de cierto lo menospreciarían.
8:8 Tenemos una pequeña hermana,
que no tiene pechos;
¿qué haremos a nuestra hermana
cuando de ella se hablare?
8:9 Si ella es muro,
edificaremos sobre él un palacio de plata;
si fuere puerta,
la guarneceremos con tablas de cedro.
8:10 Yo soy muro, y mis pechos como torres,
desde que fui en sus ojos como la que halla paz.
8:11 Salomón tuvo una viña en Baal-hamón,
la cual entregó a guardas,
cada uno de los cuales debía traer mil monedas de plata por su fruto.
8:12 Mi viña, que es mía, está delante de mí;
las mil serán tuyas, oh Salomón,
y doscientas para los que guardan su fruto.
8:13 Oh, tú que habitas en los huertos,
los compañeros escuchan tu voz;
házmela oír.
8:14 Apresúrate, amado mío,
y sé semejante al corzo, o al cervatillo,
sobre las montañas de los aromas.
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